Wednesday, September 29, 2004
La ciudad de oro
Jaisalmer. 5 de la mañana. Ciudad turistica por excelencia por lo que aun a esa hora un cazador de turistas me ofrece transporte gratis a la cuidad si voy a su hotel. El hotel es el mas barato en todo india y nos es tan horrendo como sospechaba en el camino. El negocio de la ciudad son los tours en camello por lo que el hombre me muestra fotos de felices turistas montando un camello, comiendo en la arena y sonriendo con los encantados locales quienes posan como miembros de un zoologico del desierto.
Jaisalmer es magica por si. Si hubiera leido el libro o visto el dibujito animado diria que parece sacado de 'Las mil y una noches'. Pero no tengo datos como para darlo. Aun asi, la ciudad parece sacada de 'Aladdin', pero con sucios disfraces.
Cada ciudad en Rajastan, tiene un color. Jaipur deberia haber sido la 'Pink City', pero lo unico que vi es edificios en decaida. Pero Jaisalmer se gane el titulo de 'La ciudad de oro'. Todas las casa tienen un color arena sacado de las piramides de egipto. Una vieja ciudad se extiende a los alrededores de un imponente fuerte que es algo asi como un museo viviente. En las calles camellos y vacas andan por las calles como peatones de lujo entre las motos y motos. Gracias a Krishna no es tan costumbre el uso de bocinazos como en el resto de la populada india. Por lo que la atmosfera se mantiene.
El fuerte con su color arenoso esta constituido de callejuelas que se extienden a lo grande. En vez de aladino y la lampara magica, la poblacion es vendedores de sombreros y alfombras, mujeres con hermosos saris luminosos, niños bailando al compas de su padre que toca un instrumento que es una especie de violin y caña de pescar. Los restaurantes tienen un balcon con vista a la ciudad. Lamentablemente la comida no es tan buena como la vision.
Desde los muros, se ven las pequeñas casas de un nivel que terminan a los 500 metros dando lugar a un basto desierto interrumpido por molinos de viento del siglo XXI. Esto es lo especial que encuentro en el lugar. Entre la inmensidad del desierto, una ciudad de pocas casas y un gran fuerte esta incrustada desoladamente. Al atardecer un inmenso sol rojo y nuclear se escapa en el horizonte mientras da lugar a la luna mas grande que haya jamas visto.
En la ciudad me encuentro con Gili, quien habia conocido en el norte y el proceso de conocer nueva gente se reinicia. Con ella otra chica y dos flacos. Extrañamente, todos israelies.
Con Gili y Shir, contratamos una escapada en camello. Por suerte el viaje es de una sola noche. Un jeep nos deja a 60 km de la ciudad y el castigo de montaje de camellos comienza. Tengo la incomoda memoria de la cantidad de bloopers en television con camellos. Pero por suerte no termino callendo ni tampoco me siento tan estupido como cuando anduve en elefante.
El viaje es incomodo. Pero, como diria Greg, interesante. El desierto es seco y con poca vegetacion. No es un desierto de arena. Pero cada tanto una formacion de dunas se aparecen. Acampamos en una. Los dos muchachos que vienen con nosotros nos tiran sabanas en la arena y nos preparan Chai. El atardecer es lindo pero esta nublado. A la noche no veo el prometido show de estrellas lo que me desiluciona.
Termino el viaje lleno de arena y al llegar al hotel salto a la ducha. Rajastan es la bienvenida a la 'real india'. En realidad no estoy muy seguro de eso, pero por lo menos tiene el condimento de tenerme que darme una ducha 3 veces al dia y cambiarme la remera lo mas que pueda.
Hoy recibi news que Mr. G salio de meditar. Por lo que lo seguramente lo encontrare en los proximos dias.
OM
Jaisalmer es magica por si. Si hubiera leido el libro o visto el dibujito animado diria que parece sacado de 'Las mil y una noches'. Pero no tengo datos como para darlo. Aun asi, la ciudad parece sacada de 'Aladdin', pero con sucios disfraces.
Cada ciudad en Rajastan, tiene un color. Jaipur deberia haber sido la 'Pink City', pero lo unico que vi es edificios en decaida. Pero Jaisalmer se gane el titulo de 'La ciudad de oro'. Todas las casa tienen un color arena sacado de las piramides de egipto. Una vieja ciudad se extiende a los alrededores de un imponente fuerte que es algo asi como un museo viviente. En las calles camellos y vacas andan por las calles como peatones de lujo entre las motos y motos. Gracias a Krishna no es tan costumbre el uso de bocinazos como en el resto de la populada india. Por lo que la atmosfera se mantiene.
El fuerte con su color arenoso esta constituido de callejuelas que se extienden a lo grande. En vez de aladino y la lampara magica, la poblacion es vendedores de sombreros y alfombras, mujeres con hermosos saris luminosos, niños bailando al compas de su padre que toca un instrumento que es una especie de violin y caña de pescar. Los restaurantes tienen un balcon con vista a la ciudad. Lamentablemente la comida no es tan buena como la vision.
Desde los muros, se ven las pequeñas casas de un nivel que terminan a los 500 metros dando lugar a un basto desierto interrumpido por molinos de viento del siglo XXI. Esto es lo especial que encuentro en el lugar. Entre la inmensidad del desierto, una ciudad de pocas casas y un gran fuerte esta incrustada desoladamente. Al atardecer un inmenso sol rojo y nuclear se escapa en el horizonte mientras da lugar a la luna mas grande que haya jamas visto.
En la ciudad me encuentro con Gili, quien habia conocido en el norte y el proceso de conocer nueva gente se reinicia. Con ella otra chica y dos flacos. Extrañamente, todos israelies.
Con Gili y Shir, contratamos una escapada en camello. Por suerte el viaje es de una sola noche. Un jeep nos deja a 60 km de la ciudad y el castigo de montaje de camellos comienza. Tengo la incomoda memoria de la cantidad de bloopers en television con camellos. Pero por suerte no termino callendo ni tampoco me siento tan estupido como cuando anduve en elefante.
El viaje es incomodo. Pero, como diria Greg, interesante. El desierto es seco y con poca vegetacion. No es un desierto de arena. Pero cada tanto una formacion de dunas se aparecen. Acampamos en una. Los dos muchachos que vienen con nosotros nos tiran sabanas en la arena y nos preparan Chai. El atardecer es lindo pero esta nublado. A la noche no veo el prometido show de estrellas lo que me desiluciona.
Termino el viaje lleno de arena y al llegar al hotel salto a la ducha. Rajastan es la bienvenida a la 'real india'. En realidad no estoy muy seguro de eso, pero por lo menos tiene el condimento de tenerme que darme una ducha 3 veces al dia y cambiarme la remera lo mas que pueda.
Hoy recibi news que Mr. G salio de meditar. Por lo que lo seguramente lo encontrare en los proximos dias.
OM