Viaje X Nueva Zelanda

Llegamos a la estacion de trenes de Calcutta. Terrible estacion con miles de personas buscando su tren a destinos alrededor del super pais. India tiene una de las mayores redes de trenes del mundo con miles de conecciones, millones de personas que lo toman diariamente y trillones de colados. Llega el tren y cola de gente se fija en la puerta si esta en la lista de acreedores de algun asiento

Junto a nosotros esta Anja, madre protectora. Alemana de 37, que trabajaba de asistente de gerente de proyectos en alguna empresa de loteria y miro su cuenta bancaria y se dijo "tengo mucha plata! renuncio". La mina esta hace un año viajando por estos pagos haciendo meditacion, reiki, yoga y viajes astrales. Ahora nos cuida de indios de vista profunda y taxistas mas buenos que vaca calcutense.

Tomamos el tren. Sleeper Tercera Clase. Vagon con corpartimentos y en cada uno 6 camas. Tres de cada lado. La del medio esta reclinada para que la de abajo se haga asiento. En el asiento donde yo creeria que deberia corresponderme a quienes pagamos los boletos para dormir, estamos 4,5 o 6 personas segun trayectos.

Se viene la noche y armamos la cama. Intentamos hacer uso del suenio pero la gente no para de gritar y hacer ruido. Son las 4 de la maniana y la gente no para de gritar y hacer ruido. Se hacen las 7 de la maniana y la gente no para de gritar y hacer sueno. Logro conseguir dormir y a las 9 un hombre me pega en la rodilla y me grita en hindu haciendo senias para que me baje y desarme la cama.

No tengo reloj y el tiempo se pasa. Me leo 2 libros completos y una revista. Miro a la gente. Enfrente mio una madre vestida con una increible tela verde y roja, con las manos pintadas con alguna tintura roja y el punto en la frente rojo que prometo interiorisarme para saber que es. A su lado su hija, de 14 anios, con inmensos ojos oscuros y vestida similar a la madre.

Durante el dia mas gente sube al vagon, ya distribuidos entre el piso y los asientos. Me paro y me quedo sin asiento. Me subo a la cama de otro corpartimento y caigo de suenio. Me levanto y desde arriba veo a un hombre de blancas barbas ,descalso con un turbante, y la cara pintada con dos lineas amarillas con algo parecido a tisa. Caigo que estoy en india.

El tiempo se pasa. La cama es basicamente una tabla con un cuero. Sin cubrecama. La piel se paga con el cuero y los ventiladores que los tengo al lado de la rodilla no me sirven demasiado. Una mujer me grita en hindu. Me dice 'no hablas hindu?'. 'no'Otro me traduce que la mujer me dice que cambie de lado de la cama para recibir aire. Agradecido.

Veo a grego. Esta en problemas. Un muchacho se le colgo de la cama y no se le baja. Anja le dice que a grego que le diga que se baje. Que le grite. Grego le dice que se baje. El tipo no se baja. Anja le grita. El tipo se baja y grego se acuesta en paz.

Durante el dia, pasa el almuerzo y la cena. No se que es. Pero es delicioso. Me encanta la comida india. Pero nunca se que estoy comiendo. Mama, comi garbanzos.

Se viene la noche, me tiro a dormir. De golpe prendne la luz y empiezan a gritar. Ya sera hora de llegada. Miro por la ventana y es de noche. Seguramente son las 5 de la matina y estan gritando.

Luego de 38 horas de viaje, llegamos finalmente a destino, Dera Duhn. La gente en los puentes parece sacada de una pelicula. Todas de distintos colores de ropa, barbas, ojos, la variedad de este pais es infinita.

Vamos a la estacion de micros y seguimos el maratonico trayecto al norte. Tomamos un micro. Dieciseis horas. La basica explicacion literal es imaginarse viajar en el 60 que para cada una hora en cada parada. Durante 16 horas.

Llegamos a Manali, en las praderas himalayas. Decidimos quedarnos un dia para relajar y una ducha caliente. El lugar, segun Anja, muy tibetano. Montanias al rededor, calles angostas con comercios. Comida indi y tibetana. Manjar al paladar.

Maniana nso vamos con otro micro. Dos dias. Hasta Leh.

Noche de insomnio en Bangkok. A las 23hs nos tomamos un mini bus que nos lleva al aeropuerto. Nuestro check in es a las 5am, grego duerme en el piso y yo sobre mi mochila con la cabeza y los pies que se me caen.
Nos pasa a buscar un micro para llevarnos al avion. Pasamos entre imponentes aviones de Thai Airways y demas. Llegamos al nuestro. Una carcajada sale de nuestros pulmones.

Nos tomamos un avion con Druk Air. No se que pais es Druk. Grego me dice que el pais es Butam. No se que pais es Butam. El avion, una ballena con alas. No mas grande que eso. El vuelo es mas que bueno. Detras mio tenia un Lama que resaba cuando despegamos y aterrizamos.

Llegamos a Calcutta, el suenio me invade, pero tengo que salir a caminar. Por suerte estamos con una alemana que ya estuvo 6 meses por estas tierras y una suiza-italiana, que esta tan perdida como nosotros, pero esta iluminada. Paso un mes en meditacion.

Calcutta, me da demasiada intriga. Mi ingenuidad me hace imaginar calles llenas de tierra y gente en las calles.

Bue, basicamente es eso.

Pero hay mucho mas. Nos tomamos un micro publico. La gente increibleemente amable nos ayuda, aunque no sepan, para llegar a nuestro destino. Dentro del micro, un hombre al lado mio se empieza a pelear con el cobrador del micro.



Llegamos a la estacion de trenes. Parece que la alemana se quiere tomar todos los transportes publicos en un dia.

Pido dos pasajes. El boletero me tira los boletos como si fuera un freeze-be. Lo tomo como una muestra de afecto. Tomamos el tren, que por cada estacion se llena mas y la gente empuja mas. La transpiracion copa mi cabeza.

Llegamos a no se donde. Y seguimos caminando. Anja, la alemana, propone tomar un te. En la calle por supuesto. El hombre nos sirve el liquido blanco sobre lo que en argentina seria un mini masetero. Lo tomamos. Mas que rico. Y tira la maseta a la calle.

Calcutta, es una increible ciudad sacada de alguna pelicula que nunca vi. Este lugar es unico e inimiaginado. Construcciones heredadas de la epoca de colonizacion inglesa, desechas pero que le dan un toque increible estetico al lugar. El transito, una mixtura de taxis amarillos sacados de una pelicula de Dick Tracy, los autos de policia, iguales pero blancos. Algunos autos modernos. Rickshaws, el unico medio de transporte en el que uno paga para que el otro se canse por uno, ya que se basa en estar sentado mientras el empuja caminando con dos dos palos agarrado del asiento.



La fauna urbana, es una interminable cantidad de caras, colores y texturas. Gente pulcramente vestida, otros casi desnudos. Gente pidiendo en la calle, capaz de seguir al turista por varias cuadras. Los touts, hombres que reciben comision de llevar a uno a un negocio. Se distinguen con sus largas ropas blancas y sus bandejas de paja, que asumo que sera para pedir el dinero.

Los puestos de comida, presentes en cada cuadra, muestran un show de comida local y los peluqueros, trabajan con su sillon y espejo contra la pared.




La epoca de Monsoon no termino. Cada cierto tiempo, la gente deja de vagar las calles y busca refugio a la tormenta que dura entre 10 y 20 minutos.

Los pies, completamente mojados. En un dia use todas mis remeras. Todas estan mojadas.

Una noche solamente en Calcutta. Hoy nos tomamos un tren de 30 horas a una ciudad al norte de Delhi. No es suficiente, pero volveremos.


Unas fotos de la ciudad por un amigo local, Suvomoy Mitra.

9 de Agosto. Salimos de la transpirable Kuala Lumpur rumbo a Hat Yai, en Tailandia. Viaje rapido y sin inconvenientes mas alla del aire acondicionado sobreexagerado en el coche cama.
A las 5 de la maniana empiezan a cantar las paradas del tren por los altoparlantes y el suenio deja de ser directo. Sonambulos bajamos en la frontera Malasia-Tailandia y sin exito intento explicarle al agente de migraciones que me selle el pasaporte de manera estetica y correcta.

Llegamos a Hat Yai, ciudad turistica para aquellos que busquen novias tailandesas que no duran demasiado. Tomamos otro tren nocturno hasta Bangkok.

Llegamos a la mistica capital de Tailandia. Increiblemente se siente mas segura que Buenos Aires. Tomamos un taxi a Kaoh San, con el precio bajo taximetro mas barato de lo que nos ofrecia el amigo taxista por ser 'especiales'.

Kaoh San Road, mecca del viajero por estas tierras. Todo aquel que venga, vuelva, vaya, suba o baje tiene que pasar alguna noche aqui. El lugar tiene una mistica y un movimiento que no vi en otro lugar del mundo.

Una calle principal, Kao Sanh, se extiende por cuatro cuadras que a la noche brilla iluminada por carteles de neon de clubes, centros de masages y demas. La calle copada de jovenes extranjeros en su mayorias Ingleses, Israelies, Italianos y Espanioles llendo y viniendo como haria cualquier individuo en una peatonal de la costa atlantica.

Sobr las veredas, los puestos de venta de remeras con caracteres con imagenes de iconos comunistas, palabras en japones, dibujos sexuales y frases estupidas dominan el paseo. Los puestos de ventas de anteojos y relojes truchos, y los de venta de CDs y DVDs truchos sobrevaluados no se quedan atras.

Sobre la calle, carros que venden panqueques, pat tai, cucarachas fritas y falafel. Los carros con tragos son copados con gente que se sienta en la calle con musica electronica y manu chao en los parlantes.

Lo nuevo en esta epoca son los puestos de implantes de dreadlocks. Asi que el 40% de la gente que camina por Kaoh San tiene estos ridiculos pelos sucios y ajenos colgando de su corta cabellera.

Una cosa que llama la atencion comparado con hace 3 anios es la cantidad de chicas con muchachos tailandeses. Seguramente algun contraataque del imperio femenino a la usual vista de chicas locales con muchachos de otras tierras.

Nuestra primer noche en Bankok, fue una delirante salida con una hija de canciller de embajada escapada por Diciember 2001 y sus amigos un morocho Tailandes con ciudadania Sueca que hablaba espaniol de madrid, su novia sueca y otro tailandes de ropas caras y peinado impecable que estudiaba en Londres. Black Label y globos de helio amarillos.

Los siguientes dias, no muy distintos, encontramos a Landry, el individuo por el que estamos en Bangkok pronto a ir a India y Petr, un checo con el que trabajamos con las manzanas en Nueva Zelanda.

Procesamos la visa para India en la embajada. Al dia siguiente, un festival enorme por el dia de la reina movilizo la ciudad. En el inmenso parque frente al palacio del rey, 6 escenarios mostraban simultaneamente espectaculos entre bailes locales, desfiles de miss tailand y famosos cantantes de karaoke, generando un caotico show de sonidos.

Ahora siendo dos, y no 5 como hace 3 anios, el taxi no es la opcion. Y gracias a eso descubrimos que cuando viajamos en patota la ultima vez fuimos los tipos mas bananas del mundo. Todos aquellos viajes largos con negociacion de costos y demas, no eran para otra cosa para lugares con los que esta vez llegamos con 5 minutos de caminata desde Kaoh San, o tomando el mas que conveniente bote que cruza el rio Chao Praya.

Para descansar del indescanzable ritmo de la ciudad, tomamos un retiro de 4 noches en Kanchanaburi. Locacion del rio Kwai, escenario de la famosa pelicula 'El puente sobre el Rio Kwai', que por su puesto ninguno de nosotros vimos y por lo tanto nos intereso tanto como visitar a la escuela de basquetball de monos (y no estoy jodiendo).

De paso a la vuelta a Bankok tomamos un desvio de 3 horas hasta Ayuthaya, antigua capital del Reino de Sion. Es de ruinas que estamos podridos, luego de un largo viaje, luego de pasar entre elefantes con japoneses arriba y caminar cuadras y cuadras en busca de algun increible templo, que al llegar y pedirnos 30 baht (1 dolar - 41 bath) nos miramos entre los dos y nos fuimos hacia el micro mas cercano hacia Bangkok.

Llegamos a Bangkok, y tuvimos la increible sorpresa de recibir la visa de India sin gasto alguno (costo para el resto, 45 dolares, primer beneficio de ser Argentino) y confirmacion del pasaje aereo.

Asi que asi estamos, nos vamos a India. Calcutta proximo destino.

Llegamos a Malasia con intenciones de hacer la visa de tailandia, por lo que cualquier sitio donde vayamos nos obligaba a quedarnos del Viernes hasta el Sabado para retirarla.
El calor infernal, las mochilas pesadas y una caminata en vano en busca de un hostel recomendado que no encontramos nos hizo dirigirnos a la estacion de buses para comprar un ticket esa misma noche hacia Kota Baru, en la frontera con tailandia donde hariamos la visa y rajabamos. Pero estaba todo vendido. Asi que cruzamos la estacion de micros y nos metimos en el primer hostel que encontramos.
Tocamos timbre, nos abren una reja y subimos 3 pisos hasta que un Indio nos recibe. Dorm de a 4. Dejamos las cosas y a yirar.
Kuala Lumpur estaba linda. Limpia y poco trafico. El calor hacia que salir a la calle sea una obligacion de banio y cambio de remera a la vuelta. Envidia me daba ver a los locales sin una sola gota y camisas impecables.
La ciudad es increiblemente variada culturalmente. Dividida en parecidad proporciones entre Arabes, Chinos e Indios cada cuadra da un espectacula de diferentes formas y colores. Una cantidad increible de turistas de medio oriente hace que entre personas, que a simple vista pensaria que son del mismo pais, se hablen en un ingles de acentos fuertes y errores gramaticales.

Con Grego nos tomamos el subte que luego descubririamos que es no tiene conductor, aire acondicionado y demas, hasta el KLCC, las Petronas Twin Towers.

El reencuentro con las torres fue un lindo sentimiento. Le dedicamos un tiempo a recorrer el shopping de costos inpagables, compramos unos panes y pizzas en el supermercado y le dedicamos un picnic frente a las torres de noche iluminadas hasta que los guardias de seguridad nos echaron inexplicablemente.

Pasamos los dias paseando por la ciudad, llendo a 'carnavales' que terminaron siendo inservibles excusas para sacar a la gente de los aires acondicionados y comiendo Masala Dosai.

Masala Dosai, capitulo aparte. La comida india simplemente un manjar. Junto a Mango Lassy, un jugo con espesor a yogurt y contenido incierto, hacen que por 1,5 dolares estemos mas que llenos y listos para pedir otro Masala!!!

En resumen, me la pase morfando.

Saludos a los hermanos Marcocci, gracias por visitar la pagina.
(Acuerdense quien les hizo ir a Tailandia)

Sumbawa, es totalmente distinto al paisaje que antes vi en el resto de indonesia. Colores mas claros, no tanto verde, llanura pero inmensidad. Las casas parecen de mejor calidad. Y los viajeros brillan por su ausencia. Con las chicas nos vamos a Maluk, alli hay buenas olas. Dani quiere aprender a surfear. Llegamos y un muchacho local, Ipu, se enamora de las chicas y se queda con nosotros. El pueblo no es hermoso. El hotel esta lejos de la playa, se escucha musica de los turistas locales y la calle donde vamos a comer se aleja de lo que era el otro paraiso en el que estabamos antes. Pasamos unos dias, y el Girl Power nos lleva a otra playa.

Scar Reef, el nombre se lleva debido a la dificultad de las olas, la poca profundidad y la cantidad de corales. El lugar es increiblemente paradisiaco. Una playa enorme. No hay gente. Solo un lugar con un restaurant y 5 bungalows. Alli nos quedamos nosotros. Un grupo de 4 mexicanos, unos sudafricanos y unos holandeses hacen la poblacion del lugar.

La noche que llegamos hay una Beach Party. Una banda toca rock americana. Alrededor mesas. Y todos los locales de las villas. Pero las mesas son para los extranjeros y no es lindo ver que levantan a un grupo de gente para dejarnos sentar a nosotros. El escenario es super gracioso. Los locales de fiesta. Se alcolizan de manera 'saludable'. La banda toca, mientras pasan las horas los miembros de la banda se van emborrachando y van cayendo inconsientes. Al tiempo que uno cae, otro lo reemplaza. Cantantes, guitarristas, bajistas, bateristas. A las 5 horas. Uno de ellos, pregunta en ingles si alguien quiere tocar la guitarra. La gente se me acerca, me preguntan de donde soy, "Argentina!", respuesta instantanea "Maradona!!! My favourite football team in the world!". Luego me detalla cada jugador de la copa america de la cual estoy desinformado.

Los dias se pasan. Durante la mañana la marea alta, permite el baño. Por las tardes, la marea cede y se ven los corales a la intemperie. Los atardeceres, los mejores que vi en mi vida. En el horizonte se ve la terrible silueta del volcan Rinjani en Lombok. El sol cae por su izquierda lo que hace de una vista unica. Los colores del terrible atardecer se reflejan en los charcos de la extendida playa. Cada dia es unico.
Gregorio tiene la camara digital. En los 10 dias saque 9 rollos de fotos.

Por las noches, fogones se arman. Los locales que trabajan en el lugar ofrecen Whiskey McDonalds de aparente baja calidad pero alto nivel de nokeo. El Jungle Juice es la bebida secreta del lugar y la luna llena hace que la iluminacion nocturna transforme la noche en un claro.

Uno de los dias con las chicas decidimos irnos hacia una de los montes que se levantan detras de la playa. Vamos a las 4 de la tarde para que el calor no nos mate. El llegar es complicado entre terreno resbaladizo de pequeñas piedras. La vista desde la cima es increible. El lugar parece Africa, con la terrible playa y las vistas del volcan. Mas fotos. Decidimos descender. Una de ellas opina bajar por la zona de arboles para no resbalarnos. Lo hacemos. Al tiempo estamos perdidos entre arbustos que se clavan en todo el cuerpo. Pinches que se quedan en la remera. Avanzamos 5 metros cada 10 minutos. Se hace de noche. Por suerte, es luna llena y el terreno se ilumina con una leve luz de la luna. Luego de 1 hora de lucha entre matorrales, agujeros y demas. Llegamos a destino. Festejamos. Tengo todo el cuerpo lleno de raspaduras y la ropa sucia. No salgo nunca mas de la playa.

Los dias se pasan. Y paso un tiempo increible. Pero el tiempo se agota. Dificil decision, pero a Goyo no lo dejo. Me vuelvo tristemente a Bali mientras Dani y Tini siguen para el Este. Me voy a Kuta en Bali, ciudad mas cercana al aeropuero. El lugar parece punta del este. Muchos turistas con ideas distintas a las mias, muchos locales de ropa de surf y ropa cara. Terribles mercados de DVDs a 1 dolar (no compre tantos esta vez).

De manera increible me encuentro con Gregorio en la calle. Y volvemos al ruedo. Nos dirigimos al aeropuerto. Un terriblemente barato vuelo de Denpasar a Kuala Lumpur por solo 30 dolares nos salva de varios problemas. El vuelo es bueno. Pero el servicio a bordo, es una increible extension de las costumbres indonesas. Las azafatas ofrecen sopa instantanea y latas de coca informando su precio, posteriormente.

Estar en KL, es muy raro. Hace unos años llegue aca solo, maravillado por las torres y la variedad culturar del lugar. Ahora regreso y aun no lo creo. La humedad del lugar hacen que lo mejor sea quedarse en intenriores. Pero un picnic nocturno frente a las torres iluminadas hacen que el calor no importe. Al regreso al hotel un obligatorio baño afloja los poros que respiran nuevamente.