Sunday, July 11, 2004

 
Este pais nos da tela para cortar dia a dia. Sabemos que si salimos de la habitacion algo nos va a pasar. Lamentablemente es del punto de lo increible y a veces exasperante. Pero despues nos da tiempo para morirnos de risa en el camino mientras detectamos como nos engañan, los descubrimos, en que fallaron, etc... Y como en este pais hace demasiado calor, internet es el mejor refugio, por unas pocas rupias para escaparnos de los bicicleteros que nos persiguen.

Jakarta, quizas una de las ciudades mas populosas, humedas, apestosas, interesantes y corruptas a las que he ido. Aun asi, nunca deje de sentirme seguro. El cielo, blanco debido al smog. Las calles cubiertas de motos y autos ultimo modelo. Semaforos inexistentes. Veredas cubiertas de puestos de comida de dudosa reputacion.

El primer fin de parar en la metropolis era realizar una cantidad de tramites. Como todo en este pais. No logramos realizar ninguno.

Los taxis, nuestro principal enemigo. Ya cansados de los viajes largos e incomodos, decidimos darnos el lujo de tomarnos taxis. De cuatro que tomamos, con dos, tuvimos problemas. El primero, teniamos que ir a una embajada a 5 cuadras, pero como el mapa parecia lejano decidimos tomarlo. Seguramente el costo era de no mas de 50 ctvs de dolar. Resultado el tipo nos dio vueltas y vueltas. A los diez minutos aparecemos en la puerta de nuestro hotel. Resultado discusion indo-español. Le damos la mitad de plata del metro. Y salimos perdiendo.

El segundo, el tipo pone el medidor. Le decimos un precio. Nos dice 30.000 rupias. Le decimos 20.000, el tipo nos tira 25.000. Aceptamos. Pero deja el medidor puesto. Cuando llegamos, marca 14.500. Para que dejaste el medidor puesto??? Si pasaba los 25 nos cobra el medidor... Nosotros queremos pagarle 14, se enoja y nos hace bajarnos del auto. No pagamos. Amortizamos el curro de los taxis.

Al otro dia, ultimo dia en Jakarta, vamos a pedido de gregorio a una torre de la independencia, que se puede subir y ver la polucionada ciudad desde arriba. Llegamos, terrible cola. La hacemos. Pero la gente, le gusta tocar. Y toca. Primero una señora con su cabeza correspondiente tapada me vuelve loco con la cartera. Despues un adolescente se encarga de volver loco a la Grego. Despues de 1 hora y media, llegamos a diez metros la puerta. Estoy cansado. Le digo a Gregorio, 'si decis vamos, vamos'. Vamos.

Salimos de la cola y nos dirigimos a una mezquita que se ve desde lo lejano. En la calle un señor nos ayuda a cruzar la calle (falta de semaforos e interminable trafico). Nos comenta que se va a su segundo trabajo en la mezquita. Justo nosotros vamos para ahi. Asi que nos acompaña. El tipo es de lo mas amigable. Nos cuenta que es la segunda mezquita mas grande despues de la Mecca en Arabia Saudita y que el llevo a Maradona a la cupula hace 9 años. Nos invita a entrar, nos dan un atuendo que nos tapa nuestro look playero, dejamos nuestro calzado y ambos dos (los unicos disfrazados) parecemos Jesus y Moises perdidos en una mezquita. Nos lleva y nos da una charla muy emotiva. Nos lleva adentro de la mezquita. Cuya enormidad nos hace sorprender. La gente durmiendo en el suelo esperando el proximo rezo, las baldozas con direccion a la mecca, dentro del templo miles de alfombritas para los seguidores. El hombre, super amable nos explica el significado de cada cosa. El significado del gorro negro, para quienes no fueron a la Mecca. Y el blanco, para los que si.

Nos lleva al techo, que nos dice que solo por que somos personas muy importantes y que generalmente los turistas solo llegan al segundo piso. Nos cuenta que alli estuvieron Jaques Chirac, Bill Clinton, Nelson Mandela y ahora... nosotros. Un lagrimon se nos cae. Que mas pedir de ese hombre que tan amablemente nos trato.

Nos hace pasar a un entrepiso y nos dice que cuando alguien VIP sube a la cupula, Bill clinton, Nelson mandela... se sientan ahi para descansar. Le pide al guardia de seguridad que nos acompaña que se deshaga de un hombre que esta durmiendo. Que atento. Saco una foto que marca el punto de caida libre. El hombre saca de su bolso postales, y unas biromes. Generalmente esas que nos ofrecen los que nos persiguen en las calles para vendernos. Nos dice que cuando vienen turistas es un honor entregarnos esto. Mas que agradecidos. Lo tomamos pero con duda. Y nos dice, y -"por esto esperamos una donacion para la mezquita". -"Ok, por supuesto", realmente sentiamos ganas de dar algo. El hombre dice, "100.000 cada uno". Pianaso en la cabeza. Esa plata vivo un dia entero. Nos miramos con Grego, y arreglamos entregarle uno de los 'souvenir' y le damos 100.000. Se pone la plata en el bolsillo de arriba de la camisa. Me pregunto si llega a la mezquita. Y el hombre sale con, "y ahora, 50.000 para seguridad y por la ropa". Pianaso en la cabeza. Pero error garrafal del señor. Nos damos cuenta, tarde como siempre luego de creernos sus emotivas charlas. Que es un vendedor. Nos miramos, Grego le saca la plata del bolsillo. Y nuestras cabezas empiezan a procesar todo lo que esta pasando. Nos paramos y el hombre nos sigue, intentando sacarnos algo. Con toda la paciencia le explico que creiamos que era un amigo y que deberia habernos dicho algo. Nos replica con un "en indonesia, no existe la amistad. es costumbre dejar plata. somos trabajadores publicos". Mas mentiras... y con lo de la amistad, dejo todo claro. Por cada uno de los 5 pisos que bajamos, nos pedia 25.000 menos. Terminamos dandole 10.000 al guarda.

Mas de esta indonesia que cada dia nos sorprende.

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