Wednesday, September 01, 2004

 

La perla de la corona

Primer contacto con los himalayas es mojado y aburrido. Llegamos a Manali, centro de luna de miel para indis. El dia es lluvioso. Por lo que pasamos de comer desayuno a comer la merienda para comer la cena. En la cena conocemos a 3 malayos y una japonesa con los que arreglamos un jeep para el viaje de 2 dias hacia Leh.
Los malayos, alta casta de estudiantes en london, son escalofriantemente inteligentes. Uno de ellos habla perfecto español, que aprendio con un diccionario cuando viajo por sudamerica por seis meses. El tipo enamorado de Argentina y no se olvida de "Siga la Vaca". Nosotros preferimos no entrar en tema de carnes. Hace ocho meses que no vemos un churrasco.

Nos subimos en el Jeep a las 6 de la mañana. Gracias al cielo me toca en el asiento delantero entre las patas de la japonesa y la palanca de cambio. No me quejo. El paisaje es increible. El camino es terrible. Camiones de carga y militares que van y vienen y el virtuoso chofer que hace los 600 km en dos dias, todas las semanas.

La ruta se extiende por subidas y bajadas, a una altura de unos 3000 metros sobre el nivel del mar. Llegando a los 5600 en el segundo pase rutero mas alto del mundo. Hay algo que se llama Sindrome de disconformismo de altura (en realidad no se llama asi, pero tiene un nombre parecido, no lo encuentro!). Digamos que se recomienda subir 1000 metros por dia. Y cuando se hacen 5000 en uno, se siente un pesado piano sobre la cabeza.

Paramos para el almuerzo en algo que parece un centro de nomades. Diez carpas en el medio de la nada. Con carteles que ofrecen comida nepalesa y india. Del menu solo queda arroz con chapati.

Luego de 2 dias de viaje, llegamos a Leh. La perla de la corona de India, segun la venden. El lugar tiene un incomodo parecido a Jujuy. Incomodo, por que me digo para que miercoles me vine a la concha del pato, subi al pase mas alto del mundo, estuve aguantandome los golpes de la primera y segunda de la palanca de cambios para llegar a Jujuy?

El tiene un aire a Humahuaca. Las callecitas, las casas de material que parece adobe, pero no, y demas... Con un detalle. Hay que agregarle los himalayas nevados al fondo, monjes vestidos de naranja correteando por las calles, vendedores de cachemira ofreciendo Shawls por precios europeos, mercados tibetanos ofreciendo cubiertos oxidados que reclaman como antiguedades y la locura que es India.

El lugar es totalmente distinto a lo que es el India que vimos en Calcutta. La gente es distinta, un mix entre tibetanos con caras chatas que de perfil son solo una pequeña nariz, los cachemirenses con su interesante cara occidental y amistosa forma de venderte todo, los Ladakhenses, preparandose para el festival que empieza en unos dias y las vacas que estan en todas las calles como si fueran perros argentinos.

Por las noches, la luz se corta. No hay electricidad. Algunos comercios prenden unos terribles generadores que arruinan un poco la atmosfera. Pero el detalle de la oscuridad total es mas que agradable.

Nos acomodamos en el primer hotel que encontramos agradable. Un jardin con el frente a las montañas nevadas. Unico problema. No hay ducha caliente. Estamos en los himalayas. A la mañana hay que luchar con el manager para que nos de un balde con agua caliente.


La poblacion extranjera esta basada basica y puramente de israelies. Una tribu dificil de acceder. Ahora entiendo para que tendria que haber estudiado hebreo cuando tenia 10. Ahora entiendo. Tarde. Pero nos manejamos con algunas frases que recordamos.

Con gregorio pulimos nuestra tecnica social para acceder a una conversacion, amistad y lo que sea. Las primeras terminaban en una invitacion a unirnos a un almuerzo, pero el final no era otro que estar sentados en una mesa con un grupo de gente hablando hebreo que no entiendo en absoluto. Con los dias terminamos siendo conocidos por todos por los tipos que no son israelies y hablan hebreo. Bue, tres frases.

Otra particularidad, es que para los ojos del mundo soy israeli. No hay manera de convencerlos en 10 segundos de que soy argentino. Tambien aprendimos a darle uso a eso.

Los dias los pasamos entre visitando gompas y comiendo comida india en el unico lugar barato del lugar. Gompas son templos donde se alojan entre 30 y 50 monjes budistas. Lo particular de estas y quizas por que son tan turisticas es que estan construidas sobre montes dando una vision unica. Ya subiremos las fotos cuando la tecnologia lo permita.

El 1 de Setiembre empezo el festival de Ladakh. Una excusa para atraer al turismo que se basa en actividades a la tarde y a la mañana.

El primer dia, un desfile por la ciudad con trajes tradicionales con finalizacion en el campo de polo. No se imaginen un campo de polo verde. Yo lo hice. Es gris y polvoriento.

En el campo de polo, un freak show se desata. Adelante un acto oficial que nadie escucha. En el centro 50 turistas con sus caras camaras de fotos, a su alrededor los pobres locales desfilando y sonriendo obligatoriamente por ordenanza municipal. En la otra punta, una monjes budistas mirando incredulos a lo que la poblacion se permite por un puñado mas de turistas. En las gradas, turistas. A los costados tras las rejas, los locales que no pueden participar de un festival de su propio festejo.

En el acto conocemos a una pareja de holandeses. Terriblemente simpaticos y amables. Ambos ejecutivos de Shell y otras multinacionales. La chica desesperada tratando de sacar fotos, el novio muriendose de risa con gregorio del freak show.

Al otro dia nos invitan a tomarnos un jeep a un templo a 50 km, que nosotros no pagariamos. Accedemos.

Luego de unos 7 dias se van nuestras amistades y seguimos hacia Kashmir.

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